Al inicio de la jornada escolar, el Liceo celebró el viernes de ramos por adelantado el inicio de Semana Santa, el domingo de ramos. 

Mientras todos cantaban y alzaban sus ramos,  el padre Iván Leng con los acólitos y alumnos de kínder,  caminaban por el patio, iniciando la formación.  

La liturgia empezó con la oración y el perdón.  El sacerdote,  dió unas palabras que me llamaron mucho la atención:  'ojalá los jóvenes nunca se levanten en contra del Señor” algo que a mí me agradó recordar.

Los adolescentes, en este período de la vida que enfrentamos,   dudan de la existencia del Señor por diversas razones,  muchas veces influenciados por la sociedad.  En estas actividades es muy bueno que se llame a los jóvenes a no perder su fe.

Los profesores recibieron el agua bendita para bendecir los alumnos y ramos. El agua bendita representa el bautizo,  y los profesores son prácticamente la otra familia de los alumnos, gente de reunión espiritual entre el docente y sus alumnos.

Testimonio de Barbara Reffer, alumna de 8º básico 'C'