Hubo reconocimiento para quienes planificaron todas las etapas de la Eucaristía, presidida por el Cardenal Arzobispo de Santiago, Monseñor Ricardo Ezzati Andrello, y para las personas que organizaron la la participación de la banda de honor y los pies de cueca en el patio principal del Establecimiento y el cóctel final en la sala para conferencias.
El refrigerio se desarrolló en un ambiente de mucha fraternidad y camaradería.